Los modelos de negocio más innovadores

Existen tantos modelos de negocio como proyectos innovadores hay en el mercado. Todos parten de una idea ‘básica’: vender a un tercero. A partir de ahí, se abre un amplio abanico de innovaciones en todo el proceso de creación, desarrollo y comercialización de un producto y/o servicio.

Esta herramienta previa al plan de negocio te permitirá definir con claridad qué vas a ofrecer al mercado, cómo lo vas a hacer, a quién se lo vas a vender, cómo se lo vas a vender y de qué forma generarás ingresos.

Hablar de ‘modelo de negocio’ ya no asusta como hace unos años cuando ese concepto comenzaba a ‘democratizarse’ en el ecosistema de las startups.

Ahora, cualquier proyecto que pretenda crecer con ciertas garantías de éxito en el mercado debe (o debería) saber cuál es el suyo. Definir tu modelo es saber cuál es el ADN de tu negocio.

En 2011, en Emprendedores ya hablábamos sobre este concepto. Varios expertos a los que entrevistamos lo definían como una herramienta previa al plan de negocio, que permite definir con claridad qué vas a ofrecer al mercado, cómo lo vas a hacer, a quién se lo vas a vender, cómo se lo vas a vender y de qué forma generarás ingresos.

Y ¿por qué es necesario –incluso, vital– definir tu modelo? Porque, entre otras cosas, te ayudará a saber qué es lo que va a pasar y quién va a pagar qué, cuándo y por qué. Cuanto más sencillo sea el modelo de negocio, mejor funcionará. Y por el contrario, cuanto más complejo, más difícil será de implementar. En definitiva, el modelo de negocio es una visión, un conjunto de todo lo que es tu negocio.

Principales modelos de negocio
Así, podemos encontrarnos con los siguientes:

1. Marketplaces
“Es, quizás, el modelo que más desarrollo ha tenido en los últimos tiempos, y que viene muy potenciado por la capacidad de escala casi ilimitada que permite el mundo digital. Hay cientos de ejemplos, como Uber, Wallapop…”. Básicamente, es una plataforma en la que diferentes ecommerce venden sus productos. Imagina, por ejemplo, Amazon. En ella ‘conviven’ compradores y vendedores. El creador de la plataforma suele comisionar por el uso que las partes hacen de su tecnología y/o por un porcentaje de las transacciones.

2. SaaS / suscripción
“De forma similar, el otro gran beneficiado. La principal diferencia es que en los modelos SaaS se ofrece una suscripción que se adapta al consumo del software que se haga (ya sea en función del número de usuarios, del consumo de espacio en disco…). Por ejemplo, desde la propia suscripción a una revista como Emprendedores a modelos digitales de CRM como Pipedrive, Google Drive o Mailtrack”, destaca Megías.

3. Cebo y anzuelo
Este es un ‘clásico’. En este caso, “la innovación está en la capacidad de financiar el activo a cambio de usar un consumible, normalmente, ‘atado’ al producto que hemos comprado… lo que asegura una gran recurrencia, como ha sucedido históricamente con las impresoras o las cápsulas de Nespresso”, por citar un par de ejemplos.

4. Freemium
Este es un modelo que de forma muy mayoritaria se desarrolla de forma digital, “ya que el coste marginal de prestar el servicio es casi cero. Eso permite que una gran mayoría de clientes puedan disfrutar de forma gratuita de un producto con algunas limitaciones (y que se usa como estrategia de captación), con el fin de que unos pocos de ellos se conviertan en usuarios de pago y disfruten de un producto más completo. Por ejemplo, Dropbox, Notion…”.

Otro ejemplo es Noteflight, una plataforma de edición musical con dos tipos de clientes: usuarios que acceden a su tecnología de forma gratuita –con limitaciones a determinadas herramientas– y clientes de pago (músicos, productores, profesores, estudiantes, escuelas de música, estudios de grabación, etc.), que, a través de una suscripción mensual o anual, pueden aprovechar todas las ventajas de su software de edición musical.

5. Crowd
Los modelos de crowdfunding, lending o equity “son modelos en los que una masa de clientes puede financiar una empresa, producto o servicio con pequeñas aportaciones a cambio de una versión más barata del mismo, un interés o una participación en la empresa. Por ejemplo, Kickstarter o Startupxplore”.

6. Generación de lead (intermediación)
“Estos modelos se enfocan en cobrar una comisión al generar una oportunidad de negocio para un tercero (dependiendo de cómo de cualificada sea la oportunidad y de cómo se establezca el pago puede ser afiliación o generación de leads, pero en su base son muy similares). Por ejemplo, AdSense o Amazon Affiliates”.

7. Blockchain
Esta tecnología per se ofrece un amplio abanico de oportunidades de modelos de negocio. Como afirma Albert Salvany, director de trading en BitBCN y consultor estratégico de Belobaba, “el factor dominante es la tecnología, y concretamente lo que llamamos genéricamente ‘transformación digital’.

Y en la punta de lanza de esta revolución tecnológica está lo que llamamos ‘descentralización’, gracias al uso de la tecnología blockchain, que no deja de ser una herramienta más para realizar las tareas y funciones que ya se hacen actualmente con una característica principal: la ausencia de intermediarios (hablando tanto de personas físicas como jurídicas).

Este hito es algo completamente novedoso en la historia de nuestra civilización, en donde nuestras sociedades se articulan en base a dos conceptos que nos permite regular relaciones y dirimir conflictos sin recurrir (la mayoría de las veces) a la violencia o a la fuerza: confianza y autoridad”.

La gestión de un algoritmo
La tecnología blockchain permite –según este experto– que estos dos conceptos sean gestionados por un algoritmo, con la garantía de que no va a estar influido ni afectado por factores externos no previstos con anterioridad, y que siempre aplicará las mismas medidas de solución o ejecución con las mismas casuísticas.

Para Salvany, el potencial transformador de este cambio, con una substitución de los actores que proporcionan confianza y autoridad en cualquier relación social entre personas o actores físicos o jurídicos, es enorme. “Y ese es el impacto real que ya provoca esta tecnología. Un presente que va más allá del simple afán especulador de unos cuántos que intercambian criptoactivos o tokens”, asegura.

Y aquí aparece el concepto de ‘tokenización’, que es “cualquier proceso que asigna o transfiere el valor de un activo (producto o servicio) a un activo digital, representado como un apunte contable en una red distribuida. Y a esa asignación de valor se le puede dar un valor numérico representado en unidades de cuenta de ese activo digital (al que pasaremos a denominar token). Un token que permite el fraccionamiento de ese valor y su transmisión de una forma rápida, segura y barata”.

Aplicaciones prácticas
Salvany pone varios casos de uso como ejemplo: “¿Existen aplicaciones prácticas de estas cualidades exhibidas por cualquier token, más allá de las de cotizar en un mercado para que sea intercambiado por especuladores?”.

Así, un token es la versión digital de los sistemas de financiación ajena presentes en los mercados tradicionales, añadiendo las cualidades de velocidad, bajos costes y fiabilidad (recuerda que no se necesitan intermediarios).

Además, permite recompensas y micropagos, tanto entre usuarios particulares como entre entidades y organizaciones, con unos costes prácticamente nulos, incluso a nivel internacional y en cuestión de segundos.

Y permite también atribuir valor a cualquier tipo de activo y servicio y crear mercados secundarios.

Estas son –subraya este experto– algunas de las aplicaciones que estamos viendo que empiezan a implementarse, y no necesariamente en sectores puramente tecnológicos. La penetración de estas tecnologías se hace de forma paralela en muchos casos a la aparición de nuevas tendencias en la creación de negocios focalizadas en actividades como las siguientes:

a) ESG

“Los objetivos de gobernanza sostenible son una temática de inversión y de creación de nuevos modelos de negocio muy importante. Podemos aplicar la tecnología blockchain en diversos aspectos como en el caso de Clean Carbon, que financia la construcción de plantas de reciclaje de residuos a través de un token, que acaba aportando valor para algo que ahora no lo tenía, que son los residuos, y que incentiva, por tanto, su tratamiento y procesado correcto”.

b) Fidelización y servicios

“Todas las actividades referentes u orientadas a fidelizar un colectivo y a formar comunidades en coincidencia de intereses pueden aplicar estas tecnologías que, en muchos casos, hacen viables o potencian sistemas de recompensas como los usuarios, como el caso de Olympia, en lo que se ha venido a denominar move-to-earn (recompensar por realizar prácticas deportivas)”.

c) Logística y trazabilidad

“Sin duda, puede ser la aplicación más conocida de esta tecnología y en la que se puede producir una asociación más directa y sencilla de su utilidad. Con ella, el usuario o empresa obtiene garantías del origen y la gestión del transporte de cualquier producto de forma automatizada”.

d) Finanzas

“Las finanzas se verán impactadas de una forma importante en sus modelos de negocio y transacciones, tanto a nivel interno como externo. Caso aparte están las nuevas formas de inversión como las finanzas descentralizadas, que proporcionan acceso a una multitud de productos financieros a todos los públicos (aunque eso tiene sus inconvenientes desde el punto de vista de la protección del inversor).

En este sentido, cada vez será más habitual la aparición de proyectos que faciliten el acceso y gestión de estos activos en forma de inversiones colectivas, como los fondos de inversión. Belobaba y BITBCN Launchpad son un claro ejemplo de ello. La inversión profesional tiene un gran filón en este campo”.

Para Salvany, sin duda, irán apareciendo otras aplicaciones directas, pero la inmensa mayoría no serán perceptibles para el usuario. “Desde el punto de vista del emprendedor, se exige un análisis y profunda reflexión para entender el potencial de estas tecnologías para modificar e incluso crear nuevos modelos de negocio. En un futuro no muy lejano, aplicarlas puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso de cualquier proyecto empresarial”.

7+1. Modelo de impacto
Probablemente, no pueda considerarse como un modelo de negocio ‘puro’, pero esta opción o esta intencionalidad está ganando cada vez más ‘adeptos’. Relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, tiene que ver con lo que una empresa quiere devolverlo de alguna forma a la sociedad.

“Cuando estás diseñando un modelo de negocio tienes dos opciones -explica Megías-: Buscas maximizar completamente tus ingresos (y esos son los modelos de negocio típicos más financieros) o buscas maximizar tu impacto en la sociedad, (y aquí si nos vamos al extremo, estaríamos hablando de ONGs, y entre medias, estarían los modelos de impacto). Son modelos de negocio que tienen como objetivo ganar dinero, pero no con el fin último de maximizar sus beneficios sino de maximizar el impacto en la sociedad. Sin olvidar que en la práctica tienen que ganar dinero para sobrevivir y para ganar dinero, los modelos son los que son”.

En opinión de este experto, “lo que cambia no es el modelo de negocio en sí sino el qué haces con tu modelo de negocio y dónde estás aplicando el valor de tu negocio. Es decir, la famosa intencionalidad de los modelos de impacto [la inversión de impacto consiste en canalizar capital hacia compañías que tienen la intención de mejorar o resolver determinados retos, desafíos, problemas sociales y/o medioambientales]. La ‘belleza’ de este tipo de modelos está en ser capaz de generar tus propios ingresos para maximizar tu impacto en la sociedad”.

Nuevos modelos de negocio: innovación en ‘go to market’
Megías sostiene que, quizás, donde más innovación se está produciendo es en la estrategia de go to market, ya que hay cada vez más opciones. Así, los dos modelos de negocio más sencillos de entender son los siguientes:

1. B2C
“Es el modelo tradicional en el que una empresa vende a un cliente final. Y está en el ADN de la gran mayoría de negocios, desde la tienda de la esquina hasta Zara, que vende a un cliente final”.

2. B2B
“Es el modelo tradicional en el que una empresa vende a otras empresas”. A partir de aquí, las combinaciones de partes, procesos y/o elementos de un modelo de negocio se complican un poco. Así, podemos encontrarnos con diferentes tipologías como:

3. B2B2C
“Es un modelo donde una empresa utiliza de canal a otra empresa (que suele ser quien paga por el servicio), y que, a su vez, revende o da acceso a sus clientes al servicio ofrecido (que son usuarios del mismo). Implica riesgos si, a largo plazo, la primera empresa no es capaz de desarrollar una relación con el cliente final”.

Imagina que eres un proveedor de carne. “Tienes dos formas de llevar tu producto al mercado. Quizá la más tradicional suele ser la de ponerse en manos de un supermercado (un B2B2C) que venderá tus productos a un tercero. Ejemplo del mundo tradicional: los supermercados y las marcas que venden.

En el plano digital, por ejemplo, Uber Eats o Jotelulu, que desarrollan cloud y remoto para pymes, pero no venden directamente a pymes, sino que hablan con distribuidores, que les pagan por su producto, y ellos, a su vez, bajo marca blanca, llevan el producto a las pymes. En el caso de Jotelulu, está utilizando a otras empresas como canal de distribución.

Típicamente, la ‘famosa’ marca blanca es un ejemplo muy bueno de B2B2C. La clave de este modelo es que el cliente final no sea quien te pague sino que sea otra empresa, pero que tu producto lo utilice el cliente final”.

4. B2C2B
Probablemente, este sea el modelo más complicado de encajar. “Históricamente, los tenemos menos en la cabeza. Es un modelo usado cada vez más por las compañías de software que usan al usuario final como una especie de ‘troyano’ (salvando todas las connotaciones negativas del concepto) para que éste sea el que introduzca y pida usar la herramienta en su entorno corporativo… algo que suelen aprovechar compañías con estrategia de product led growth [donde todo gira en torno al producto]”.

Esta es parte de la estrategia que han usado compañías como Box o Figma. “Imagina que eres una empresa que haces un SaaS. Por ejemplo, Box es como un Dropbox. Hay dos formas de llegar al cliente. Una se basa en desarrollar una fuerza comercial grande para hacer llamadas, reuniones, etc.

Y otra consiste en la idea de que los que seguramente van a ser usuarios finales de tu producto empiecen a utilizarte. Y eso, clásicamente, se hace lanzando un producto gratis. Es una forma de introducir tu producto como si fuera una especie de ‘troyano’ dentro de la organización. A priori, pueden ser empresas y usuarios”.

En el caso de Figma, han innovado en el mundo de la colaboración en el diseño. “Es un software de colaboración para trabajar diversas áreas. De forma complementaria a tener una fuerza comercial, se han convertido en un estándar, en algo muy cómodo y fácil de utilizar para los diseñadores de producto. Y de una forma casi inadvertida, poco a poco, los diseñadores de producto de una organización empiecen a utilizar el software gratuito de Figma para su trabajo. Una vez que Figma ha captado, es decir, ha convertido a esos diseñadores en evangelizadores, son esos evangelizadores y no Figma los que convencerán a sus respectivos departamentos de compra para que pidan Figma como proveedor de servicios. Ahí, por tanto, el proceso de comercialización y venta cambia el modelo tradicional”.

Utilizar la colaboración. Megías asegura que “la característica que suelen utilizar para desbloquear esto es la colaboración. Si quieres trabajar solo, probablemente, con la versión gratuita sea suficiente, y si quieres que más gente participe, les ofrecen varios planes de pago.

Serán los propios usuarios lo que pidan el uso de esa plataforma. Al final, es utilizar a la comunidad como palanca de generación de nuevas vías de negocio. Además, ahora han montado un marketplace donde los propios usuarios pueden vender sus diseños. De esta forma, están proporcionando una vía de ingresos a sus usuarios, de la que también comisionan y, a su vez, consiguen que cada vez haya más contenido de calidad dentro de la plataforma. Todo ello hará que cada vez sea más difícil que un usuario cambie de Figma a otra plataforma”.

Los dos siguientes modelos (el 5 y el 6) son marketplaces ‘clásicos’: el primero entre empresas, y el segundo, entre particulares:

5. B2B2B
Son marketplaces entre empresas, que usan plataformas online para conectar entre ellas y generar valor compartido. “Un ejemplo de este commerce cloud es Growmax; otro, el de Travel Technology Solution , ambas compañías son de India. Son modelos B2B2B que funcionan muy bien para organizar mercados complejos y muy atomizados, como es el caso de este país asiático”, afirma este experto.

6. C2C
De forma similar al caso anterior, son marketplaces que facilitan el negocio entre particulares, como puede ser Wallapop.

7. C2B
“Es un modelo de marketplace en el que los clientes finales prestan servicios a compañías. Por ejemplo, Fiverr, que cuenta con una plataforma donde aficionados a diversas tareas ofrecen sus servicios a empresas. La tendencia es que las corporaciones van a tener cada vez menos base de empleados y más una cartera de freelance que les presta servicios. Tiene que ver con esa ‘freelacización’ de la economía. Y Fiverr es una plataforma que facilita que eso suceda a escala”. Otros ejemplos son TaskRabbit y Cronoshare.

Trabajar la oferta y la demanda
¿Cuál es el problema que tienen los marketplaces?, se pregunta Megías. “Tienen que trabajar en los dos lados: la oferta y la demanda. Y eso genera el problema de tomar la decisión de por qué lado empiezo a trabajar. Habitualmente, se empieza por captar oferta y luego demanda, pero no es un proceso sencillo.

Para mi, los marketplaces son los modelos de negocio más duros de ejecutar con mucha diferencia, porque para que esto tenga sentido hay dos factores clave: uno es cuál es la tasa de demanda cubierta por la oferta y la tasa de oferta cubierta por la demanda. Es decir, el equilibrio que hay entre un lado y el otro, porque si tienes mucha oferta y poca demanda, mal y al revés, casi peor. Y por otro, es cómo captas valor y cuándo llegas, sobre todo, al punto de liquidez, es decir, de transaccionalidad”.

Normalmente, “a los marketplace hay que ‘cebarlos’, es decir, de una forma más o menos artificial, tienes que ‘empujar’ los dos lados, ya sea captando tú de forma automática o gastándote dinero en captación, e ir creciendo de una forma más o menos balanceada en ambos lados para que ambas partes del proceso funcionen. Y llegado a ese punto de liquidez, cuando eso funciona de forma autónoma, se empiezan a generar unos efectos de red tremendos”.

Imagina -propone este experto- un marketplace donde tengas, por ejemplo, 1.000 de un lado y 1.000 del otro. “Seguramente, te habrás tenido que gastar dinero para captar a uno y a otro lado. Y te estás quedando un 10% de las transacciones, lo que se conoce como take rate, es decir, la comisión que gana el marketplace por operación. Si tu compañía te cuesta mantenerla 30.000 euros al mes, tendrán que producirse muchísimas transacciones para que con un 10% de cada transacción tu empresa gane para cubrir, al menos, tus costes. Lo importante de esta estrategia es que en el momento en el que se empieza a coger velocidad, va como un tiro”.

Modelos de negocio híbridos
Según Megías, cada vez más están apareciendo mezclas de diversos modelos. “En mi opinión, el que más peso está teniendo en los últimos tiempos es el de SaaS-enabled marketplace, en el que el cliente empieza a usar el producto SaaS de la empresa como punto de entrada, pero el mayor valor (y también la mayor barrera) se produce con el uso del marketplace”.

Y esto sucede porque, a menudo, el hecho de haber contratado el software (que suele ser un software de gestión) “posibilita que su servicio se oferte en un marketplace, donde hay una demanda del mismo. Y esto es así, porque la idea de esta variante en el modelo de marketplace surge porque a uno de los dos lados (por ejemplo, la demanda, y no tiene que ser necesariamente la demanda), se le ofrece un SaaS”, explica.

De hecho, hay muchos SaaS-enabled marketplace que no han empezado por la parte del marketplace sino por la parte del SaaS.

Así, en ese sentido, “empiezas a captar X clientes que utilizan tu SaaS. Por ejemplo, Frenetic, que ha desarrollado un software online basado en Inteligencia Artificial para diseñar componentes magnéticos, que es el componente más importante de los cargadores de vehículo eléctrico. Esa tecnología les genera un valor enorme a los clientes. Por tanto, si eres capaz de convertirte en una referencia y captar muchos clientes de ese lado, en muchos de los casos, te permitirá tener el lado de la demanda de un marketplace ya cubierto de una forma casi orgánica, al ser a través del SaaS”.

Megías sostiene que muchos proyectos se plantean si ayudar a los clientes a que hagan negocio entre sí o, al tener ya captada la demanda, buscar entonces demanda.

“En el caso de Frenetic, tienen muchos clientes que diseñan componentes magnéticos ¿y si, en lugar de darles solo el software, soy capaz de conectarlos con otros que fabrican esos componentes magnéticos, ayudo a que se genere más negocio, que encuentre una vía adicional de ingresos y le genero valor a los clientes?

Probablemente, sea más ‘sencillo’ iniciarlo por el SaaS, porque además permitirá unos ingresos recurrentes siempre que seamos capaces de generar un valor a los clientes. Y después te puedes plantear abrir el marketplace como una línea adicional que te permita generar efectos de red en tus clientes”, concluye este experto.

Tres ejemplos de modelos de negocio
1. Jotelulu (B2B2C)
Antes de crear su plataforma de servicios en la nube, que ayuda a transformar pequeñas compañías de IT en proveedores de cloud, Jotelulu era una empresa de consultoría y soporte informático que ofrecía servicios cloud a micro y pequeñas empresas.

Herramienta centralizadora. “Buscábamos una herramienta que nos permitiera centralizarlo todo (clientes y servicios), que nos ayudara a gestionar mejor la infraestructura que desplegábamos para cada uno de nuestros clientes y que, además, fuera sencilla. Lo probamos todo: herramientas, plataformas cloud… Y no dimos con nada que solucionara nuestros problemas. Ahí surgió la idea de crear Jotelulu”, relata David Amorín, CEO de esta startup.

Aunque la idea se esbozó en 2014, no fue hasta 2016, cuando tras probar de forma infructuosa varias herramientas, “diseñamos la nuestra propia: una plataforma online que le permitiera al administrador de sistemas mejorar su forma de trabajar, acceder a servicios productivos y aumentar la seguridad en su empresa”.

Amorín sostiene que, hasta ese momento, las pequeñas empresas de informática no vendían servicios en la nube. “No les merecía la pena ya que necesitaban perfiles especializados (muy caros) para gestionar las plataformas cloud existentes, además sacaban muy poco margen de beneficio y perdían protagonismo, por lo que preferían seguir vendiendo hardware y montando la infraestructura en las oficinas de sus clientes.

Con Jotelulu todo esto cambia. En otras palabras, Jotelulu es como un ‘supermercado de servicios cloud marca blanca’ exclusivo para empresas de informática”.

2. Box (B2C2B)
Esta compañía californiana ofrece tanto a empresas como particulares acceso remoto a datos electrónicos almacenados en la nube. Fundada en 2005, buscaba desarrollar un sistema que permitiera a los clientes almacenar sus datos en la nube, algo que por aquel entonces no era un tema muy conocido por la mayoría del mercado. Ese desconocimiento le complicó mucho para encontrar inversores. Consiguió captar tras mucho esfuerzo la atención de Mark Cuban (inversor tecnológico que vendió Broadcast.com a Yahoo en 1999 y dueño de los Mavericks de Dallas de la NBA) y con eso consiguió atraer a otros.

Aprendizaje automático. Box es una plataforma de fácil uso integrada en todo el ciclo de vida de los contenidos, desde la creación de archivos y el uso compartido hasta la edición colaborativa, la firma electrónica y la retención. Su tecnología protege los datos de sus clientes y detecta las potenciales amenazas gracias al aprendizaje automático.

Potencia también el trabajo colaborativo: permite trabajar con cualquier persona, desde cualquier lugar, en cualquier tipo de archivo, sin importar el dispositivo o software que se utilice. En ese sentido, gracias a Box Note, permite tomar notas de las reuniones, organizar revisiones y colaborar en los planes de un proyecto en tiempo real desde cualquier dispositivo.

Además, con Box Skills, ofrece la posibilidad de aplicar la Inteligencia Artificial al reconocimiento de imágenes (por ejemplo, se pueden etiquetar objetos que aparecen en fotos) o se puede transcribir un archivo de audio a texto. Entre sus clientes, multinacionales como Morgan Stanley, JLL, Maxwell, Broadcom o Nationwide.

3. Frenetic (C2B)
Apasionado de la ciencia y la electrónica, Chema Molina ha dedicado toda su carrera, incluyendo un doctorado, a la electrónica de potencia, donde ha trabajado para empresas como INDRA o Airbus. “Trabajando en el diseño de un transformador para un vehículo eléctrico, me di cuenta que la única forma de diseñarlo era prueba y error, porque los modelos disponibles eran aproximados y con mucho error. Además, no existía ninguna herramienta de diseño y simulación, por lo que decidí crearla”, asegura Molina.

Software online basado en IA. Frenetic, que ya cuenta con más de 1.000 registros y más de 100 clientes de pago activos, principalmente, en automoción y semiconductores, y también industria tradicional y espacio, “es un software online basado en Inteligencia Artificial para diseñar componentes magnéticos, que es el componente más importante de los cargadores de vehículo eléctrico, tanto los que están dentro como los que están en las calles”.

Molina recuerda que el principio fue muy duro: “Cuando no tienes referencias de clientes, las empresas tienen que confiar en que vas a hacer las cosas bien sin ninguna garantía. El primer cliente fue Thales Alenia, en 2015, de la mano de Raúl Regada, una persona que siempre confía en el talento joven.

En el mundo de la automoción, nuestro primer cliente fue Lear Corporation y han sido también de gran ayuda para conseguir extender nuestra red de clientes por Alemania, Italia y EEUU”. La compañía ha financiado su proyecto con fondos de venture capital de España, Portugal y Alemania y por instituciones como Enisa, CDTI y la Comisión Europea.

Modelos de negocio entorno a la web 3.0

as empresas no son conscientes de los nuevos modelos de negocio que habilita la Web 3.0”, afirma Marta Vallés, cofundadora de Vottun, plataforma que incluye templates y productos ready-to-use que facilitan a las empresas soluciones ventajosas para diferentes sectores económicos e industriales.

Las distintas soluciones ready-to-use de Vottun son un claro ejemplo de los potenciales modelos de negocio que giran en torno a la Web 3.0:

1. Certificates

Los usuarios pueden certificar datos en blockchain y garantizar su validez ante terceros sin intermediarios. Entre los casos de uso, certificación de la una firma documental, certificación de datos provenientes de sensores en un proceso industrial o certificación de títulos académicos.

2. Wallet o billetera

Solución en la nube que permite almacenar y gestionar diferentes activos digitales en blockchain. Es un wallet ‘multiblockchain’ que puede albergar diferentes tipos de tokens de blockchain y da acceso instantáneo para poder transferir, comprar, vender e intercambiar con otros usuarios esos activos digitales.

3. Trace

Permite utilizar blockchain para optimizar y controlar las cadenas de suministro. Certifica los datos de cada uno de ellos en el blockchain y realiza un track & trace de los datos importantes de la cadena de suministro. Permite mejorar la colaboración con los proveedores para saber dónde se encuentran sus productos.

4. Sustainability

Focalizado en la certificación y tracking de los datos referentes a la sostenibilidad medioambiental. Permite optimizar y controlar la huella de carbono en diferentes procesos y casos de uso donde el impacto o las prácticas medio ambientales se quieren monitorizar.

5. Payments

Orientada a permitir soluciones de pago B2B en el blockchain. Ejecuta procesos de tesorería en una red privada que documenta todos los procesos para cumplir con el compliance financiero y utiliza una red pública para realizar pagos y transferencias transfronterizas en criptomonedas y dinero de curso legal.

6. NFTs

Permite la creación de NFTs en diferentes redes públicas y abre las posibilidades de uso de estos tokens a diferentes casos.

7. Procurement

Orientada a la gestión de contratos entre una empresa y sus proveedores mediante el uso de smart contracts en el blockchain.

8. Credentials

Permite el uso del blockchain como solución de identidad descentralizada. Permite crear credenciales con identificadores descentralizados, llamados DID, que son únicos, públicos, pseudo-anónimos de una persona, empresa u objeto que otorga el control personal sobre la identidad de uno sin necesidad de instituciones centralizadas que gestionen dichos identificadores.

9. Health

Combina soluciones de trazabilidad y credenciales en blockchain orientadas al sector de la salud.

10. Compliance

Orientada a empresas y organismos que necesitan veri car que las acciones realizadas en el blockchain están en perfecto estado desde el punto de vista normativo y que también quieren establecer acciones de monitorización o custodia sobre activos digitales.

 

fuente: https://www.emprendedores.es/gestion/modelos-de-negocio-innovadores/

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